Sorprenden los medios con una jornada comunicacional bien pauteada y mejor promocionada, que da cuenta de buena parte del Golpe del 73.
No se reconoce comunicacionalmente la acción de la CIA y los agentes chilenos que trabajaron desde el 63 y que activaron la fase conclusiva, inmediatamente después del triunfo de Allende el 70.
Lo hacen premeditadamente, como todo, no quieren que el pueblo desinformado sepa que los programas de Tomic y Allende tenían notables coincidencias, que para el triunfo del 4 de Septiembre del 70 marcharon juntos los pueblos allendistas y tomicistas.
El Congreso de los Estados Unidos tiene informes oficiales, qué reconocen la intervención en Chile y sus detalles.Que el Senado chileno sólo hizo una consulta y “protesta” el 2000, pero jamás ha cumplido con la dignidad básica de pedir explicaciones y reparaciones por el daño causado a Chile.
La “clase política” ampara y respalda la cobertura al Golpe del 73, “asumen que fueron ellos los responsables y hasta piden perdón” para que todo sea más creíble.
No es así, saben que no es así, pero lo hacen, 5 gobiernos civiles han incumplido con sus palabras y principios, han desarrollado el modelo económico de Pinochet, han implementado las funcionalidades del mercado y los “sueños” socialistas de Allende, tienen la forma de un recuerdo.
El Congreso chileno se ha coludido en este plan, son parte directa o indirecta de directorios de empresas, asumieron la lógica de las oportunidades comerciales, se hicieron parte de ella y no han corregido nada, lo han incentivado, por esos las AFP, la banca, los negocios de la educación.Por eso perdimos el Cobre en más del 70% y se sobre explotan los recursos naturales.
Vuelven a decir lo mismo de siempre, “la derecha no ha dado sus votos”, pero ellos, con sus votos lo han legitimado, es el valor del “voto de minoría”.
No se sumaron al mundo social en su protesta, por el contrario capturan sus dirigencias y legitiman la misma institucional que denuncian.
Chile tiene que cambiar, las denuncias tienen documentos de respaldo, que no se publiquen es parte de la trama.
En esas verdades no publicadas, en la “doble militancia empresarial y política” y en más se encuentra la necesidad ética de avanzar y empezar nuevamente.
Es posible volver a soñar, nos demoramos 40 años en darnos cuenta, perdimos la inocencia.
