La información en lugar de la participación, ha sido el modo educado de conducir la exclusión de las mayorías de trabajadores del campo y la ciudad, para gobernar, legislar y disponer de recursos naturales y hasta de los fondos previsionales del mundo del trabajo en Chile.
Luego de 40 años desde el Golpe Militar, los medios de comunicación han cumplido exitosamente su tarea de desinformar y más aún de desvincular de la realidad al pueblo.
Claramente se impone la idea de que “ante lo imposible nadie se encuentra obligado” y la resignación ya no es un tema religioso, no, forma ahora parte de la mentalidad chilena, hay que esperar, dejar que pasen los tiempos y que sean las propias contradicciones del modelo la que lo derrumben y no la discusión, ni la toma de conciencia ni menos la lucha social.
Son 40 años, muchos para la vida de una persona y un breve tiempo medido por la historia.
La dictadura durante la década de los 70 y 80, impuso las condiciones para efectuar las reformas neoliberales, creando una nueva manera de afrontar el desarrollo de la sociedad.
Desde 1974, Pinochet y sus “asesores” deciden abandonar la idea de una economía con capacidad de sustituir importaciones y fortalecer el mercado y la producción nacional, por una economía abierta y expuesta al “comercio internacional”.
El modelo neoliberal de la década de 1990 se mantuvo durante “las administraciones” de los presidentes Aylwin, Frei Ruiz-Tagle y Lagos.
Logran para “Chile” uno de los períodos de mayor crecimiento económico, al costo de ser uno de los países con mayor desigualdad en la distribución del ingreso del mundo.
Se utiliza la palabra Chile, en un reemplazo de inteligencia estética, para obviar la referencia su pueblo y en especial a sus trabajadores y empresarios.
Ese pueblo no ha participado ni se encuentra enterado de que el cobre si bien se encuentra en territorio nacional, no es necesariamente nuestro. Ese Chile social incluso habla,lee, escucha que al país lo dirigen unos pocos grupos familiares organizados para explotar áreas claves de la economía y cuando reacciona,aunque tarde,frente a las privatizaciones y abusos de bancos, sistema educacional y de salud, por ejemplo, sale a la calle, se manifiesta, y las dirigencias de los partidos. “inician” a los líderes sociales transformándolos en actores del poder legislativo y los hacen así parte del sistema.
Los sectores populares se encienden socialmente y crean tantos movimientos y alianzas políticas como sean posibles para ser “un archipiélago” imposible de unir.
Si “Chile” es un país resignado, que mantiene como esperanza el fracaso del sistema más que el triunfo o la capacidad de un proyecto propio.
PD….esa pueda ser una razón
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/116546-fuerza-militar-secreta-eeuu-mitad-planeta