¿Cómo se hace para pedir, e invocar con todo tu ser, un poco de locura?
Tu mismo te das cuenta de que una cosa asì no se puede pedir.
El cerebro es una máquina increíble y podemos comprobarlo tantas veces, si sólo ponemos atención a nuestras sensaciones las oportunidades no faltan. Algunos días atrás en la mayoría de los noticiarios de la televisión nos han mostrado la escena de cinco hombres acuclillados, con una persona armada con pistola en mano detràs de cada uno de ellos, como estaban esperando ser asesinados. Exactamente la misma escena la vi publicada en un video de facebook, en la tranquilidad y soledad de mi oficina, o sea, para mí un lugar para mí seguro y conocido, y traté de mirar el video. Y no fui capaz de verlo hasta el final.
Porque el ruido de los bombardeos, de las balas que te pasan silvando por la cabeza, de las metralladoras apuntadas hacia la gente a no más de 30 cm de distancia, lo viví personalmente. Y pensaba que todo esto se había quedado tan lejos, que había pasado hace tanto tiempo atrás! Pero la reacción fue inmediata. Ver un hombre con la pistola en la mano y listo a matar a otro ser humano, que en ese momento es impotente, ha hecho reaccionar mi cerebro independientemente de mi voluntad: Miedo. Miedo incontrolable!
Escenas que no quisieras ver nunca más, nunca más saber que siguen pasando cada día. Y a estas alturas quisieras, pides, un poco de locura! Desgraciadamente, la locura no se puede ordenar en la farmacia, no te la dan en pequeñas dosis. La locura es locura, es total, es todo. Un poco de la locura de ese famoso hidalgo de Don Quijote de la Mancha, me habría sido útil.
Habría sido feliz de ver hombres que buscaban oro en la arena, a lo mejor petróleo y habría combatido con los otros que querían ayudarlos, con ese instrumento misterioso que tenían en la mano, para defender a los hombres que estaban acuclillados; porque esto es lo que hace un caballero errante. Va por el mundo defendiendo a quiénes sufren injusticias y cuán buena era esa locura que llevaba a Don Quijote por el mundo!
Un campesino rústico, gordo y bajito era su valiente y elegante escudero; una humilde taberna era para él su castillo, tan magnífico como el de un valiente y noble castellano que ha logrado realizar su sueño secreto y lo han nombrado caballero… Y podemos seguir así contando mucho más, pero no tiene sentido, es inútil, porque él no está.
En su tiempo, quando salí de mi país, aparentemente las aguas ya se habían calmado. Es importante para mi decir que nunca he sido una activista, no he participado en ningún tipo de accion de la cual me pueda vanogloriar, en nombre de la revolución. Había simplemente soñado, creído en un futuro libre y posible para todos, en educación para todos, la salud a costo cero, la música, el arte, la literatura al alcance de todos y había trabajado para lograrlo.
Era muy joven, tanto, que no tenía necesidad de ser loca para poder soñar! Hoy, hago un llamamiento, apelo a Don Miguel de Cervantes Saavedra porque creo que en este momento lo que me gustaría, sería tener un poco de la locura de Don Quijote.
L'Age D'Or from pages choises da Don Quijote de la Mancha published in 1957.
Salvador Dali Museum, St. Petersburg, Florida.
Diganme si no están de acuerdo conmigo:
“Y aquí está el punto”, respondió Don Quijote, “aquí está la sutileza de mi sentido; que un caballero andante se vuelva loco teniendo una razón, a la salud y gracias: La belleza está en volverse tan loco por nada, y hacer pensar a mi señora que si hago esto sin razón, que yo haría si alguien me provocara? .. “[5]
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra