La ciudad mira al campo
Nos envia y publicamos con agrado un articulo de Leopoldo Sánchez G.Director Nacional de INIA Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria de Chile, es uno de los organismos del Ministerio de Agricultura. Tiene 50 años,investigando y articulando la relación con las universidades. Leopoldo Sanchez G. es su director nacional
El reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), confirma y explica percepciones que algunos analistas e investigadores venían planteando en los últimos años y que fue asumido como trabajo de investigación desde el año 2006. La idea de que “lo rural” era bastante más que los números que se acotaban a conceptos y criterios, que era necesario actualizar; demuestran que tanto la población vinculada a las actividades característica de la ruralidad, como su territorio y su peso en la economía nacional, eran efectivamente mayores, a las formas de evaluarla que se han dado hasta ahora. La población rural es más, relaciona a más de seis millones de nuestra población y su participación en la sociedad y en la economía nacional, son evidentemente superiores, con potencialidades que superan una visión anterior, marcada por una suerte de subestimación del sector.
En los últimos 50 años, se han sucedido, uno tras otro, diferente pasos o etapas de procesos que corresponden a decisiones politicas y a la internalización de avances de la ciencia y la tecnología, los que han dado lugar a reacciones, al margen del diseño de las politicas publicas, con una dinámica propia, que emerge como fruto o suceso, de una serie de transformaciones de la realidad y del modo de ver los tiempos de la historia y de los futuros que vienen.
Si hace cuatro siglos, en la etapa colonial, ya estaba atado al desarrollo de su agricultura, hoy, en el siglo XXI vuelve a tener un rol potente, con capacidad de definir y resolver importantes demandas y aspiraciones de nuestra nación.
Hace 400 años, nuestro campo, ofrecía su producción al mercado local y exportaba sebo y charqui, por ejemplo a países vecinos. Ahora, contamos una diversificación de la actividad y exportamos a los principales mercados del mundo.
Colonia, Independencia, República, han sido una línea de la historia que se ha mantenido unida a los aportes y desafíos del llamado mundo rural.
Ahora, con los acuerdos y tratados de libre comercio, con una institucionalidad madura que construye su perfectibilidad constante, reconocemos “lo rural” como un concepto más cercano, propio y esperanzador.
Si en tiempos coloniales la tenencia de la tierra tuvo característica que construyeron los perfiles de la identidad inicial de Chile,con el mayorazgo y propiedades de mayor tamaño que se asignaban en retribución de servicios prestados a la Corona y que luego se subdividían, teniendo por ello una importancia de gran valor las grandes explotaciones, dando lugar al latifundio y al inquilinaje. Ahora, después de la Reforma Agraria, de los efectos de la aplicación del Decreto 701 de Fomento Forestal, se han dado nuevas formas a la tenencia de la propiedad, a los nombres de sus principales actores. Palabras como inquilino, afuerino, campesino, trabajador agrícola, pequeño propietario, patrón, fueron reemplazadas por otras como temporero, agricultura de susbsistencia, agricultura familiar campesina, productores, empresarios. De los bueyes al tractor, de los caballos a la bicicleta y los motores.
A la investigación “cientifica”, es necesario adicionar la investigación social, industrial, comercial.Antes desde el campo se miraba la ciudad, hoy desde la ciudad se mira con mayor interés lo que sucede en nuestro campo.
Leopoldo Sánchez G.