Numero 70 Registrazione al tribunale di Roma N° 3/2004 del 14/01/2004

Vender diarios

Por Samuel Jiménez Moraga

 

La prensa y los periodistas, en medio de la crisis de la política y la economía, juegan un rol que cuesta entender, pero que tiene efectos negativos para el debate,la relación entre partidos, candidatos y electores.

Cada cuña, cada palabra, es analizada por periodistas y editores para establecer un pugilato, en que los temas desaparecen y la noticia es entre combatientes destacando miedos, pasiones, astucias.

Expresiones periodísticas como “incendiaria arremetida”,”guerra sucia” y tantas más se hacen parte de las  páginas destinadas a cubrir la actividad política.

Se advierte la ausencia de periodistas serios y preocupa la intención de “crear climas confrontacionales”, pareciera ser que son parte de un plan de desprestigio para profundizar la crisis y crear vacíos que podrían llenar la fuerza, la corrupción o la actividad criminal como sucede ya en varios países.

La lectura permite ver “coincidencias” como destacar más los gestos que las ideas, destacan el poder del mercado y se obtienen de la información o el análisis documentado, trabajan con fuerza la idea de imponer la idea de que los medios tienen más poder del real,dejando en evidencia su temor a que las movilizaciones sociales finalmente los desmientan.

La situación política se oculta, el llamado “interés periodístico” opta por lo adjetivo, accesorio y conflictivo.

En tales afanes se llega a extremos como inventar entrevistas, utilizando la conversación previa como parte de la nota o se publicitan “encuestas” que no tienen más valor que el de sus “creativos”.

Si los candidatos entran en ese juego, los medios ganan y la sociedad pierde, por ello será siempre recomendable que partidos y candidatos tengan puentes propios para establecer comunicaciones confiables, por alguna razón en muchas murallas se lee “lo que la prensa no dice, se escribe en los muros”.

La desconfianza en el rol de los medios y el trabajo periodístico inquieta, especialmente para quienes lo consideran como la maniobra previa antes de una crisis profunda.

El conflicto, el pugilato, vende diarios y además es un modo de vender publicidad. Es tan burda la acción que cuando un medio que habitualmente fustiga a un sector y de pronto hace una “entrevista” aparentemente profesional, no será mucho el tiempo que demore en aparecer el agente de ventas para financiar avisajes.

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Una propuesta de país o un programa para debatir con la comunidad, si es serio, no tendrá en este tiempo medios disponibles para su cobertura, el interés es otro, el conflicto, que “la crisis llegue al río”.
El sistema político y el modelo económico viven una etapa dura, en la que la responsabilidad mayor es buscar con inteligencia, en el debate, en el intercambio de ideas, las soluciones que hagan posible una salida.

Esa tarea no tiene “interés periodístico” cuando muchos pierden son unos pocos los que ganan y en esa línea se encuentran medios, periodistas y comuni cadores, consientes o no de lo que hacen y provocan.

La comunicación directa, será siempre una buena forma para separar la paja del grano.

 

Samuel Jiménez Moraga: Soy un Consultor. Mi trabajo principal es Asesor de Empresas La Discusión de la Universidad de Concepción. Pienso que basta con decir Consultor, lo otro es muy largo. Tengo estudios de sociología en la Universidad de Concepción Soy Asesor y Consultor de Empresas La Discusión, Consultor del Consorcio Agrícola del Sur, Consultor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Columnista del diario La Discusión Escritor: tengo dos publicaciones registradas: “Prologo” y "De frente y Perfil".