El enemigo interno
La lectura de los números da cuenta de un Chile que se alza como referente por el manejo de su economía y al mismo tiempo, evidencia en los Movimientos Sociales, una falla multisistemica que afecta y amenaza su estructura.
Pocos saben como funcionan los sistemas de las actividades productivas y de servicio.
Fueron condenados en ausencia a no pensar ni darse cuenta de lo que sucede en estos últimos 40 años.
El discurso habla de una economía que hasta pudiera empezar a invertir en la Unión Europea y los exiliados que permanecen en Europa, no entienden esa confortable “tibieza” discursiva y no logran explicarse las razones que impiden que la desigualdad siga siendo el factor del descontento o que con tanto recurso disponible no se generen planes para ofrecer alternativas de regreso a los chilenos que sufren en medio de la crisis que desde USA 2008 ahora viaja por Europa.
Para mantener el “orden social en Chile” los acuerdos entre militares, empresarios y la “clase política” crearon una monstruosa fantasía de recreación circense de la democracia.
El pueblo ganaba el NO y los concertados para lograr los acuerdos que aún prevalecen, lograron imponer y legitimar el modelo económico de la dictadura.
La agudización de las contradicciones entre los sectores privilegiados por el sistema empiezan a tomar contacto con las mayorías sociales descontentas y se producen las primeras protestas en “democracia”.
Es que no fue suficiente que la intervención de USA y el uso de la fuerza proscribiera a los partidos políticos e hiciera desaparecer a sus dirigentes políticos y sociales.
No fue suficiente ni lo anterior, ni que los gobiernos civiles se encargaran de la prolongación de la guerra sucia, persiguiendo a movimientos y dirigentes que fueron “encargados” como factores de amenaza en el “proceso de recuperación de la democracia”.
Los que habían sido, incluso compañeros en la lucha contra la dictadura, ahora eran sus delatores y de compañeros pasaban a tener el oscuro nombre de traidores.
Las nuevas generaciones que se inician en la vida política nacional, deben mirar con mayor atención la información biográfica de los que estuvieron en la formación de “La Oficina” en 1993 hasta la Agencia nacional de Inteligencia actual. Fueron recompensados como Embajadores, Ministros, Subsecretarios o con algún cupo asegurado de parlamentario.
El “enemigo interno” en el lenguaje de inteligencia militar utilizado para comprender la “guerra sucia” dentro del país, son los movimientos y dirigentes que se han mantenidos leales a sus convicciones y los compromisos contraídos.
En esa lucha de los “concertados para administrar el Estado”, los medios de comunicación juegan un rol importante, el de medios para desinformar y ocultar la realidad.
Después de 40 años condenados a la desinformación, ha sido la contradicción entre el discurso y el hacer, las necesidades reales y la dependencia la que han movilizado a capas importantes de la sociedad en un darse cuenta que empieza ver cómo y quienes lo traicionaron.
Samuel Jiménez Moraga: Soy un Consultor. Mi trabajo principal es Asesor de Empresas La Discusión de la Universidad de Concepción. Pienso que basta con decir Consultor, lo otro es muy largo. Tengo estudios de sociología en la Universidad de Concepción Soy Asesor y Consultor de Empresas La Discusión, Consultor del Consorcio Agrícola del Sur, Consultor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Columnista del diario La Discusión Escritor: tengo dos publicaciones registradas: “Prologo” y "De frente y Perfil".