Numero 28

Sin USA

Por Samuel Jiménez Moraga

Luego de la Cumbre en Santiago de Chile, para muchos la actuación del Rey ha sido más útil de lo que se piensa. La percepción es que la relación de Busch y Aznar en la implementación de la Guerra Preventiva, es fuerte, y la diferencia es que uno la hace en inglés y el otro en español.

La prensa, herramienta importante en la dominación de nuestros pueblos; contribuye a que olvidemos que Venezuela pudo haber sido nuestro Irak en el continente. El golpe que afectó al presidente de Venezuela y lo mantuvo por 48 fuera del poder, evidentemente tenía el apoyo de grupos económicos poderosos  en su implementación como en el reconocimiento a los que gobernaron 48 horas, tiene indicios que permiten suponer ,al menos; el conocimiento del gobierno español y de otros gobiernos. Los golpes no se improvisan y el reclamo de Venezuela tiene razones, argumentos y dignidad de pueblo.

Ha sido útil el “incidente”, la idea de construir un organismo con participación sólo de nuestros pueblos y de organismos propios que permitan complementarnos, adquiere sentido y es posible pensar y verlo.

La dependencia de USA y España no es buena, es necesaria una nueva unidad que permita una interlocución de mutuo respeto.

Los pueblos tienen una actitud diferente a la de sus clases políticas y en todo el continente es posible observar movilizaciones que dan cuenta de la construcción de una nueva realidad.

Esa diferencia entre pueblos y gobernantes, se define a favor del interés de las naciones y no de los “negocios” de los que gobiernan favoreciendo la funcionalidad que requieren los grandes grupos económicos.

USA y España han vivido de nuestros pueblos y de nuestros recursos naturales. Tenemos todo para dejar la dependencia y trabajar dentro del concepto de “trato justo”.

Por ello es que la OEA ya no interpreta el interés de los pueblos en su realidad actual y es necesario crear un organismo que transforme la debilidad de la dependencia en una nueva potencia, con capacidad de darnos todo lo que nos pertenece.
Chile, al igual que la mayor parte de nuestros países, sabe lo que es intervención, tiene aún las cicatrices de su alma nacional herida, con miles y miles de personas muertas y que yacen, a favor de estos abuenamientos actuales, en mausoleos o en nichos comunes de los cementerios de su historia.

Crear un nuevo orden latinoamericano a favor de nuestras naciones y no en contra de otros pueblos, una unidad que genere Esperanza y sentidos positivos, Es posible.
Las movilizaciones sociales dan cuenta de un mapa distinto, las acciones militares de los años 70 que militarmente quebraron nuestra convivencia, impideron que en Venezuela sucediera lo mismo.El pueblo armado de mayor conciencia y solidaridad entre ellos fue la clave para sobreponerse a la intervención y al manejo comunicacional.

Es posible pensar en una unidad entre nuestras naciones, a favor de nuestros derechos, apoyando y reconociendo la amistad entre nuestros países y sin USA.