Numero 77 Registrazione al tribunale di Roma N° 3/2004 del 14/01/2004

Vacío

Por Samuel Jiménez Moraga

La situación chilena es compleja, aparentemente todo se encuentra en orden pero nada está en su lugar, la “cuestión social” vuelve a tomar el centro y la institucionalidad tiene fecha de vencimiento.
Han pasado cuarenta años desde la dictadura y los abusos han cambiado, son diferentes a los primeros, pero siguen siendo abusos.
Desde la violación de los derechos humanos hasta la fatiga de la confianza y la ausencia de esperanzas compartidas socialmente.
Se viene una año de elecciones en el Chile neoliberal, país símbolo del FMI y un ejemplo del deber ser de las transnacionales, el sistema financiero y la explotación irracional de los recursos naturales y de las personas.
Es posible leer desde el ahora “canoso chile en el exilio” mensajes que dan cuenta de un rechazo a lo que se quiere hacer en el país, la coincidencia es que para ellos y para la mayor parte de la sociedad chilena, la política y los políticos no tan sólo tienen menor prestigio, simplemente no alcanzan a la categoría de la opción.
En esa línea, la huelga electoral, parece tener la mayor convocatoria.Nada de lo que hay sirve y la tarea más revolucionaria, es la de aprender el arte de no hacer nada, cosa que más difícil que lo que pensamos, no hacer nada es un trabajo serio, grave.duro, potente.
Curiosamente, por señalar este tipo de temas, algunos hacen su aporte diciendo que el lenguaje es tibio, cómo si hubiese algo frío o caliente, y no existe nada, nada que no sea la ausencia de esperanza.
Las directivas de los partidos, que es lo que queda de ellos y los principales grupos de poder, parecen haber llegado a un acuerdo cerrado y en silencio, de buscar una salida electoral que proporcione al menos tiempo, ni siquiera soluciones, solo un poco más de tiempo para evitar el estallido social que se hace evidente.
En el centro de ese acuerdo, transversal, está Michelle Bachelet, se piensa primero en una persona y luego en un “programa” que será informado y que evidentemente no tiene participación ni discusión.

M.Guerra x Caos
Si Bachelet lidera cuatro años de debate y generación de propuestas para resolver los problemas de desigualdad, exclusión y concentración del poder, entonces tendríamos algo interesante y serio, la clase política estaría reconociendo la existencia de un vacío y del quiebre de la vieja y actual institucionalidad.
En este periodo de debates, se debe considerar el movimiento social, los referentes políticos, las organizaciones de trabajadores y empresarios chilenos, las universidades y centros de estudio.
Esa es la gran obra que se necesita, la de hacerse cargo de un proceso de reformas que permitan una nueva definición y organización del país.
La huelga electoral, la capacidad de transformar la desventaja de la exclusión en una fortaleza de acción política.tiene más poder del imaginable, construye el vacío, establece el caos, que no es desorden, sino el orden natural de las cosas en el mapa social.
Esa es la apuesta, el riesgo, ayer fueron las fuerzas armadas las que golpearon la institucionalidad y ahora puede que sea el movimiento social el que cambie el curso de las cosas.

 

Samuel Jiménez Moraga: Soy un Consultor. Mi trabajo principal es Asesor de Empresas La Discusión de la Universidad de Concepción. Pienso que basta con decir Consultor, lo otro es muy largo. Tengo estudios de sociología en la Universidad de Concepción Soy Asesor y Consultor de Empresas La Discusión, Consultor del Consorcio Agrícola del Sur, Consultor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Columnista del diario La Discusión Escritor: tengo dos publicaciones registradas: “Prologo” y "De frente y Perfil".